Vistas de página en total

viernes, 24 de diciembre de 2010

Miedo.

¿Sabes como es ese miedo de no querer preguntar algo para no enfrentarte a la respuesta?

Yo, prefiero vivir con ese miedo, con esa mentira que me hace ser un poquito más feliz día a día, hasta que llegue ese día... prefiero engañarme tanto, que termino por creerlo, prefiero no experimentar esa sensación de vacío, ese temor...
Una vez leí esto...
¿Y qué hay ahora de ese al que tanto amabas? ¿Ya le olvidaste? El amor de los jóvenes no habita el corazón sino los ojos. Cuantas lágrimas por él y como lavaron tus claras mejillas. Cuanta agua salada vertida inútilmente por un amor que ya no sabe a nada.
¿Por qué el amor parece tan dulce en apariencia y si se prueba tan tirano y cruel?. Y sí, él posee la riqueza de lo bello, pero es pobre porque todo cuanto tiene con él ha de morir.
Pues porque para el amor no hay límites de piedra y lo que el amor puede, lo debe intentar el amor.
Si alguna vez fuiste tu mismo, si los suspiros eran tuyos, tú y tus suspiros eran para otra, y ahora, han cambiado.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sumergirme sería la opción más drástica y eficaz. Pero no es la solución a los problemas, ni a los errores.
Hoy he decidido amarme de valor y ponerme en pie.
Mirar de frente y no correr ante la gente.
Saber elegir y renunciar.
Reír cuando toca reír y llorar lo que no hay que guardar.
Derramar la tristeza y alimentarme de la felicidad que desprende el resto del mundo.
Bajar la escaleras y no tropezar, y si tropiezo no dudar en levantarme, porque caerse es muy fácil, pero equivocarse aún más y no importa cuantas veces me equivoque si eso me enseña a ser más fuerte.
Porque es lo que ha conseguido que encuentre las palabras para ser más fuerte.

SOLEDAD.

Lo que tiene entre las manos es la soledad.
Sus piernas desnudas lo demuestran.
Aunque...
Jamás nadie se puede encontrar solo, siempre hay una persona que te escucha en esos malos momentos, que siempre está ahí cuando lo necesitas... No te importa que no sea de tu mismo sexo, en ese momento solo te importa que te escuche, que te diga qué hacer, que opine sobre lo que le estas contando...
Porque en ese momento te encuentras sola. Tú y tu soledad.

 

Tú y tus miedos, tus penas...
Quizás te hagas las mismas preguntas que yo me hago día a día...
¿Por qué me ha tocado a mí vivir  esto?
¿Por qué me tengo que enamorar de la persona menos adecuada?
No tengo respuesta las miles de preguntas que me hago en las 24 horas del día.

Comienzo...


ODIO.

Las personas intentamos destruir todo aquello que nos rodea.
No queremos que nada nos haga  daño.
No queremos ser valientes ante el día a día.
Preferimos ignorar a conocer la realidad.
Pero...
¿Qué es mejor?
- ¿Saber la verdad aunque nos duela? o tal vez, ¿ignorarla y tener la incertidumbre de no saberla?

Yo también odio a muchas personas por diversos motivos...
En especial, a una persona, a un ente, que hoy he odiado más que ayer, pero menos que mañana...